Cómo la estética de tu hogar puede influir en tus emociones.

Enero es un mes de cumplir metas, objetivos y propósitos y es curioso como casi todos los propósitos y objetivos o buenos hábitos que escucho o leo van de ir mas al gym , hacer dieta o aprender inglés, pero, ¿dónde queda el de ser más ordenado?

Ser ordenado no es un hábito sino una forma de vida que podrá ayudarte en mucho más de lo que imaginas. Desde enfermedades como la ansiedad, el estrés y hasta la depresión.

Este post da para un libro, pero vamos a ir por fases.Es un tema para profundizar, pero dado que el blog es relativamente nuevo, vamos a ir poco a poco.

Sus efectos son demostrados y todo es cuestión de ponerlo en práctica.

¿De que orden hablamos y qué efectos tiene?

Aquí no hablamos de un orden estricto en el que todo debe estar perfectamente doblado y colocado en su sitio y los marcos de fotos en paralelo al otro y en un ángulo de 90 grados, no, hablamos de tener la casa con sentido y bienestar. Acorde a tu día a día y dispuesta a facilitarte la vida.

Tu casa debe ser práctica.

Hablo de esas cosas que no tiene un sitio, de ese cajón desastre al que todo va a parar, y al que miras y dices: tengo que vaciar ese cajón…pero nunca lo haces.

Hablo de ese armario que tiene los dos abrigos que tienes que donar para hacer espacio y nunca donas, o del armario de los tuppers de la cocina que debes ordenar y clasificar y nunca lo haces.

Hablo del mueble por montar que nunca montas, del escritorio por organizar que nunca organizas, de la bombilla fundida que nunca cambias.

Hablo de todo lo que trabaja en tu cerebro en segundo plano y nunca lo haces.

 

Esas pequeñas cosas son las que inconscientemente te estresan sin que tú te des cuenta, y que si les das solución, harán más por ti de lo que te imaginas.

¿Por qué?

Porque la sensación de quitarte algo que llevabas tiempo queriendo hacer es similar a cumplir un logro por el que llevabas tiempo luchando.

Estimulas tu cerebro, segregas serotonina y te pones feliz. Así de sencillo. Pues imagina que poco a poco vas cumpliendo todas esas cosas que tienes pendiente lo feliz que te pueden llegar a hacer.

Todo influye en tus emociones. Y tomar decisiones provoca emociones positivas. Deshacerte de aquello que te produce una sensación de agobio o estrés, aún más.

Todo tiene un comienzo y por supuesto, la necesidad de crear un hábito, y mantener tu casa ordenada debe ser uno de ellos.

 

 

¿Cómo empezar?

Empieza con una lista.

Hazte una lista con todas las tareas que te molestan pendiente de hacer.

Ponte fechas y ve tachando.

 

Lleva esa lista siempre contigo, dónde la veas, tanto que te moleste llevarla siempre.

Esto te obligará a ir cumpliendo tus objetivos.

 

 

 

¿Dónde empezar?

Cualquier rincón es bueno para empezar, todo aquello que te molesta o incluso la cesta de la plancha son importantes.

Si algo te molesta mucho y llevas tiempo queriendo hacerlo, hazlo.

Pero si buscas un orden y una practicidad general,  yo recomiendo empezar por el dormitorio.

Tu dormitorio es tu santuario. Es tu retiro de paz y aquel te proporciona tu necesario descanso y tu ansiada paz. Debe estar limpio, despejado y luminoso.

 

• Saca de allí todo aquello que obstaculice el paso.
• Vacía cajones y deja sólo lo que uses a diario, nada de por si acasos
• Vacía armarios y hazlos accesibles y prácticos. Debes tener las dos temporadas en un armario accesible.
• Deja en tu cómoda flores, alguna foto que te evoque un buen recuerdouna caja dónde dejar tus alhajas del día a día para que estén ocultas.
• Pon velas.

 

 

 

• Que tu dormitorio sólo tenga una paleta máxima de tres colores.
• Si tienes armarios abiertos y vistos, organiza tu ropa por colores provocando así un orden visual.
• Quita de las mesitas aquello que te moleste como cables de cargadores, o relojes y déjala lo más limpia posible.
• Haz lo mismo con los cajones y el interior del armario, sacando de éste todo aquello que no te pongas, roto o viejo.
• Usa alfombras a ambos lados de la cama o una grande a los pies que acoten tu cama.
• Limita el uso de espejos colocándolos adecuadamente en una zona dónde multipliquen La Luz.

 

Lo más importante…

Coge el hábito de levantarte y hacer la cama.

Olvida el mito de que hay que dejar “que se airee” porque no hay nada demostrado. Esta costumbre es una de las que más te ayudarán.

Levántate, sube la persiana (aunque te recomiendo que duermas con ella levantada, tiene muchos beneficios que ya te explicaré), abre la ventana y haz la cama.

Renueva los cojines y pon una colcha que te guste, a poder ser blanca. Inunda de blanco tu dormitorio, los colores influyen mucho en ti y en tus emociones. Y todo aquel color que refleje y multiplique La Luz, será bueno para ti.

No salgas de tu dormitorio sin la cama hecha, ropa recogida y persiana levantada, tu mañana será otra.

Haz esto cada mañana, no hay excusa aunque sea fin de semana. Salir de tu dormitorio con todo recogido te ofrecerá una sensación de alegría y paz que agradecerás.

El tema es llevar esta metódica a todas las estancias de la casa. Si te interesa el tema y quieres saber cómo, déjamelo en comentarios al finalizar este post.

Marie Kondo nos ha ayudado mucho con su libro a deshacernos de todo aquello que no usamos, viejo o la importancia de hacer práctica la casa y el trabajo diario en ella, pero yo además, te voy a hablar de esto y de cómo el punto de vista estético puede influir en ti tanto que hasta las ganas y/o la sensación de llegar casa pueden cambiar y ayudarte a mantener un orden en tu interior.

El ser humano se rige de emociones y para cambiar esas emociones que tienes negativas, conscientes o inconscientes, a emociones positivas, mediante el cambio en tu hogar, que es tu reino, hay quitarte de encima lo pendiente y cuidar los colores y la distribución, estéticamente hablando.

El cambio a una mente positiva, empieza provocando emociones positivas. Y tanto los hábitos que te propongo como los consejos decorativos harán que esas emociones surjan.

 

Y esto es todo por hoy.

Gracias una vez más por leerme.

Espero que os haya gustado y que compartas este post en tus redes sociales.

Te leo en los comentarios.

Un abrazo enorme.